Por Francisco Pérez García
(Editor Principal de Spacio Libre)

Hace unos días, en medio de las discusiones enraizadas en redes sociales, donde aparentemente mucha gente cree ahora que se decide el futuro de la Nación y se plantea la agenda temática de nuestras conciencias, me preguntaron “¿qué opinas del terrorismo?”. Nunca supe si lo hacía por curiosidad o si me plantaban la pregunta a “boca de jarro” para ver si yo era o no simpatizante del MOVADEF.

Digo esto último, porque en las últimas semanas nos hemos pasado viendo como algunas “personalidades inminentes” del Twitter pretenden implantar sus teorías y formas de ver la vida, cosa que no tiene nada de malo, si al menos respetaran el pensar de los demás o las creencias y la visión de mundo que uno pueda tener.

No pretendo educar ni nada por el estilo, porque sería demasiado afiebrado para mí pretender que todos piensen como uno, pero si me gustaría plantear algunos conceptos respecto a lo que vivimos entre 1980 – 2000.

Pero antes de eso, responderé al amigo tuitero que me preguntó qué pienso sobre el terrorismo. Simple y sencillamente, el terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA me parece uno de los peores daños que han desangrado y corroído a nuestro país, física, territorial, sicológica y socialmente. Los muertos provocados por los atentados, las masacres, los coches bomba, los secuestros, los niños inocentes arrancados de los vientres de sus madres, los campesinos torturados como escarmiento, las miles de pérdidas son la mayor aberración que nos ha tocado vivir y que merece el rechazo total de toda la población DE TODA. ¿Qué opino de MOVADEF? No merecen ni la más mínima opción de querer jugar bajo las reglas que ellos mismo desecharon y decidieron rechazar a punta de sangre y balas.

Dicho eso, me gustaría aclarar algunos conceptos, al margen repito de lo que cada uno de ustedes amables lectores opine. Para empezar, todos se preguntan por qué los esbirros de Guzmán, disfrazados en esta pantomima tragicómica llamada MOVADEF obtiene respaldo y se quedan en la puerta de una inscripción política. Revisando los archivos de Spacio Libre, encontraba que hace un par de años metimos una clarinada de alerta porque los terroristas empezabana meterse en el fenómeno de las redes sociales por Internet es decir, volvían a lo de siempre, meterse en las mentes jóvenes, aprovechar sus espíritus de rebeldía y búsqueda de cambio para deformar sus intereses y llevarlos a sus filas.

Y así como hay jóvenes (por suerte) bien informados y tienen idea de lo que vivimos los que pasamos las tres décadas, hay quienes simplemente no conocen nada de eso, porque nadie se los ha dicho, nadie se los ha contado. Y nadie se los plantea, porque hay un sistema político enquistado en las esferas de poder que se muere de miedo de hablar del pasado, porque es el mismo sistema político que se desgañitó cuando la CVR habló de 69 mil víctimas “¿tantas? Estos caviares son unos exagerados” Son los mismos que hasta hoy se horrorizan cuando queremos hablar de memoria y del pasado “para qué reabrir heridas, para qué recordar lo malo, mejor sigamos adelante” “esos son enemigos del Estado”…. Bienvenidos señores, su interés por la amnesia colectiva nos trajo a MOVADEF y lo puso en el jirón Colmena a casi nada de volverse un partido político oficial que busca la libertad del sanguinario más terrible de nuestra reciente historia… Abimael Guzmán.

Es ese mismo sector de gente que le ha vendido a una buena parte de la población que hablar de Conflicto Armado Interno es una “caviarada” para “humanizar” a los “terrucos”. Son aquellos que detestan el término Reconciliación porque piensan (y así se lo han vendido a la gente) que es ir a abrazar a Guzmán, Polay, Artemio y pedirles disculpas por los años de prisión.

¿Por qué usar el término Conflicto Armado Interno?
Tú que me lees y has llegado hasta esta línea, lo llamas como deseas, como te nazca hacerlo, pero al menos déjame que te explique porque pienso yo que lo vivido en esos funestos 20 años fue un Conflicto Armado Interno.

El conflicto se da cuando existen dos bandos antagónicos que luchan por algo, y que se produce a partir de la intención de imponer una decisión o actitud. Incluso los tres primeros conceptos que presenta la RAE son: 1. Combate, lucha, pelea. 2. Enfrentamiento armado. 3. Apuro, situación desgraciada y de difícil salida. Muy bien, eso fue lo que hizo Sendero Luminoso y luego el MRTA, intentaron enrostrarnos a los peruanos que su salida violenta era lo que necesitábamos y lo hicieron a través de las armas y la violencia… violencia que fue respondida con una estrategia militar, que tuvo momentos acertados y otros realmente lamentables (Accomarca, Huanta, Cantuta, Barrios Altos, Penales, etc.) y que tuvo a la población inocente en medio de dos fuegos.

Incluso, el término Conflicto Armado Interno responde a aquellos que se desgañitan por decir que es un término caviar, cuando se encuentran con la concepción que tiene la CruzRoja respecto al tema:
“CONFLICTOS ARMADOS INTERNOS O NO INTERNACIONALES.


La Comisión de Expertos estableció una definición de conflicto no internacional o interno en 1962, basándose en lo dispuesto en el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra que dice así: el conflicto armado interno comprendería las acciones armadas en el interior de un Estado que dan lugar a hostilidades dirigidas contra un gobierno legal, que presentan un carácter colectivo y un mínimo de organización”.


Finalmente y para no hacerla más larga de lo que ya está… la reconciliación no pasa por darle la mano a Abimael… por favor, te pido cordialmente que vuelvas a leer lo que dice la CVR sobre esto:
La CVR entiende por “reconciliación” la puesta en marcha de un proceso de restablecimiento y refundación de los vínculos fundamentales entre los peruanos, vínculos voluntariamente destruidos o deteriorados por el estallido de un conflicto violento iniciado por el PCP Sendero Luminoso en las últimas décadas, y en el que la sociedad entera se vio involucrada. El proceso de la reconciliación es hecho posible, y es hecho necesario, por el descubrimiento de la verdad de lo ocurrido en aquellos años −tanto en lo que respecta al registro de los hechos violentos como a la explicación de las causas que los produjeron−, así como por la acción reparadora y sancionadora de la justicia.

Repito, no pretendo que pienses como yo. Pero al menos, trata de entender un poquito porque pienso así y por qué creo que tapándonos los ojos no haremos nada y que ese discursito de “no mirar atrás” es sólo un “free pass” para la impunidad tanto de terroristas como de aquellos agentes del Estado que confundieron el hecho de protegernos de la violencia con una carta blanca para desatar más barbarie y aumentar la cuota de sangre que el pueblo peruano estaba dando.

Si por esta especie de pronunciamiento, aún crees que soy caviar, aún crees que defiendo a los terrucos y más aún, crees que voy a firmar por MOVADEF… entonces… no he dicho nada…
PD: Quien esto escribe ha perdido familia y amigos por acción de ambos lados de este conflicto… al menos, tiene un poquito de idea sobre lo que habla

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