Por Carlos Baudouin
El problema de halitosis es
relatado hace muchos años, existiendo referencias desde 1550 A.C. aún en
papiros y también de Hipócrates quien decía que todo joven debía tener un
aliento agradable, teniendo cuidado de siempre lavar su boca con vino, anís y
semillas de hinojo.
Los romanos utilizaban mecanismos
para enmascarar el problema de halitosis, con pastillas perfumadas, masticando
hojas y tallos de plantas. Tener un aliento con fragancia en la Antigüedad era
exhalar la dulzura de la vida y prueba de pureza del alma de una persona.
En el cristianismo, se pensaba
que el aroma maligno emitido por el diablo tenía olor de azufre, y se presumía
que los pecados emitían este mal olor, entonces la persona con mal aliento era
juzgada como pecadora.
La halitosis es un padecimiento
común que, por diversas razones durante muchos años ha sido mal diagnosticada.
Puede afectar la vida social, afectiva y laboral de quienes la padecen.
El mito de que el mal aliento proviene
principalmente del estómago sigue vigente. Sin embargo, estudios recientes han
hecho posible definir las verdaderas causas de la halitosis y, por lo tanto,
desarrollar diversas formas para evitar y prevenir este problema. La mayor
parte de los casos de halitosis desaparecen al realizar una higiene bucodental
adecuada, cepillándose los dientes y encías después de cada comida y acudiendo
al dentista con regularidad.
Causas
No usar hilo dental ni cepillarse
diariamente facilita el alojamiento de partículas de alimentos entre los
dientes, la lengua y alrededor de las encías. Éstos, al descomponerse pueden
causar mal aliento.
Otros nichos orales causantes de
malos olores son: las piezas dentarias en mal estado o las restauraciones
inapropiadas, la placa sobre los dientes, las dentaduras postizas y las
prótesis removibles a las que no se les hace una higiene adecuada.
En los casos de gingivitis,
periodontitis y abscesos periodontales, se han encontrado bacterias causantes
de mal olor. La inadecuada higiene periodontal puede producir inflamación
gingival. Al formarse bolsas periodontales, se encuentran bacterias anaerobias
productoras de compuestos sulfúricos volátiles, que son los causantes de mal
olor.
Prevención
- Cepíllese los dientes por lo
menos dos veces todos los días con una crema dental con flúor.
-Cada vez que usted se cepille
los dientes use el cepillo de dientes para limpiarse la superficie de la lengua
o utilice un limpia lengua
-Pásese seda dental por lo menos
una vez al día para remover la comida que queda atrapada entre sus dientes
-Evite ciertos alimentos que
hacen que le dé mal aliento. Estos pueden incluir la cebolla y el ajo. Las
bebidas que contienen alcohol con frecuencia causan mal aliento.
-Evite usar productos derivados
del tabaco. Cualquier tipo de tabaco puede causar mal aliento
-Algunas veces una boca seca
puede tener un olor desagradable. Si su boca está reseca, puede chupar mentas
sin azúcar, goma de mascar sin azúcar o tomar agua.
-La mayoría de los enjuagues
bucales no tienen un efecto duradero sobre el mal aliento. Si usted usa un
enjuague bucal, haga buches con éste dentro de su boca durante 30 segundos
antes de escupirlo.
-Si usa dentadura postiza
quítesela de noche. Cepille la dentadura postiza y sumérjala de noche en una
solución desinfectante. Los puentes removibles también deben limpiarse. Siga
las recomendaciones de su dentista.
-Vaya a ver a su dentista dos
veces al año para que le limpien los dientes.