Por Carlos E. Tello Maco
@carlosetello -
La comisión que investiga el segundo gobierno aprista sigue brillando por sus problemas y no por sus resultados. El congresista Enrique Wong ya amenazó con renunciar ante un equipo técnico integrado por miembros ligados al nacionalismo.
Cualquier observador con dos dedos de frente sabe que las comisiones y leyes con nombre propio siempre traen cola y problemas. Las investigaciones a gestiones anteriores siempre cargarán con la cruz de la venganza política y no con el diploma de "lucha contra la corrupción". Susana Villarán dedicó la primera parte de su trabajo edil para investigar a Luis Castañeda y el resultado no fue el esperado: Castañeda quedó embarrado y no ganó la presidencia, pero la Villarán -al dedicar sus esfuerzos a investigar y gestionar poco- terminó con una aprobación lamentable.
La "megacomisión" para investigar la última gestión de Alan García trajo más problemas que soluciones, e incluso, sin estar creada ya generaba visos de revancha y venganza política. La iba a presidir Javier Diez Canseco, viejo enemigo político de García y cuyo lema de campaña era "Juicio a García y los faenones". Luego, la historia es conocida. Diez Canseco renunció y por él, entró Pari Choquecota. La presidencia la tiene hoy uno de los nuevos rostros de Gana Perú: el treintañero Sergio Tejada.
Hoy, el vocero nacionalista Fredy Otárola denuncia a un integrante de la comisión, el fujimorista Pedro Spadaro, de tener un juicio. No hay consenso en la dichosa megacomisión y ya sus integrantes están demoliéndola desde dentro.
¿Se logrará investigar la gestión aprista o el apasionamiento de los nacionalistas los conducirá a incendiar su propio edificio?
Foto: Archivo Diario El Comercio.