Y las reformas en el transporte público continúan, pues a partir de julio se iniciará una campaña de fiscalización para el cumpliento de la ordenanza 1599 que obligará a  los choferes de transporte público no manejar más de cinco horas consecutivas con un máximo de dos jornadas por día, es decir, 10 horas. 

Miguel Figueroa,  asesor de la Dirección General de Transporte Urbano de Lima, señaló que  se multará con 3 mil 650 soles a los encargados de las empresas de transporte público cuyos conductores excedan más de la jornada mencionada.

“Con esto se busca que los conductores y cobradores tengan jornadas de manejo adecuadas, una mayor concentración y capacidad psicosomática durante la conducción, así como menos accidentes de tránsito por motivos de fatiga o estrés” enfatizó Figueroa.

El tiempo entre cada jornada será como mínimo una hora. En ese sentido, las empresas deberán contar con una cantidad suficiente de conductores y cobradores para prestar el servicio estipulado en dicha norma.

Además, la jornada máxima de conducción es una falta grave que implica, también, el internamiento del vehículo en el depósito municipal y, en una segunda falta, la multa será de 7 mil 300 soles (dos Unidades Impositivas Tributarias).

VÍA ANDINA

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