Achmat es un nadador sudafricano y tiene una de las historias más conmovedoras del deporte. Hoy es medallista de bronce paralímpico en los 100 metros mariposa, pero detrás de ese triunfo hay una historia.

En agosto de 2006 Achmat (quien entonces tenía 24 años) estaba en la playa de Muizenberg, cerca de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, junto a su hermano menor Taariq. El momento que compartían en el agua se vio interrumpido por la presencia de un tiburón blanco que se acercaba al más chico de los Hassiem.
Cuando el actual medallista vio que el predador de más de cuatro metros tenía la intención de atacar a Taariq, no lo dudó y decidió defender a toda costa a su familiar.

Mientras pedía a los socorristas que salvaran al joven de 17 años, el escualo atacó a Achmat. "Lo vi venir, tenía la boca abierta. Noté que mi pierna no se movía y cuando miré hacia atrás vi por qué: de la rodilla para abajo estaba en la boca del tiburón", contó el sudafricano.

El animal lo llevó a casi 50 metros de profundidad y Hassiem sólo pudo salvarse una vez que el escualo seccionó su extremidad derecha. Entonces fue rescatado y atendido.

Achmat decidió seguir adelante con su vida y se dedicó a la natación. Tras recuperarse, aprendió a caminar con una prótesis, a la que le dibujó dos aletas de tiburón, y comenzó a escalar en el mundo deportivo. Menos de dos años después del ataque participó de sus primeros Juegos Paralímpicos en Beijing 2008.

Ahora está entre los tres mejores del mundo en su categoría, y se puede jactar de la medalla obtenida. Aún le quedan los 100 y 400 libres. Pero la carrera más importante ya la ganó.

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