Hiromitsu Shinkawa, de 60 años, vio el tsunami aproximarse y corrió a su casa para recoger sus pertenencias. Antes de darse cuenta de lo que sucedía, su casa había sido destruida y el fue arrastrado hacia el mar en lo que había sido el techo de su hogar. 

Después de dos días un barco le descubrió agitando una bandera roja que había conseguido fabricar. Al subir a bordo, bebió un vaso de agua y comenzó a llorar. Su mujer está todavía desaparecida.

"Ningún helicóptero, ni ningún barco pasó cerca de mí. Pensé que cada día iba a ser el último de mi vida", narró Shinkawa tras ser rescatado.

FUENTE: EFE

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