Por: Rosa Chévez Sánchez.

¡Cuidado que allá voy!
A 138 kilómetros de Lima y a seis al norte de la ciudad de San Vicente, se encuentra uno de los distritos más antiguos que conforman la provincia de Cañete, San Luis, que  como todos los 12 de enero festeja su 141 aniversario de creación política al ritmo del cajón, sabor y color. Además, es la temporada donde sus pobladores celebran con gran fervor otro año y aprovechan para demostrar su arte con alegóricos y coloridos pasacalles.

San Luis no sólo es considerado uno de los distritos más longevos de la región, sino que  encierra facetas importantes en la historia cañetana, debido a que fue el centro de la producción agrícola, industrial y comercial del valle de Cañete desde el Virreinato hasta las primeras décadas del siglo XX.

Y por si eso fuera poco, San Luis ha sido un componente indispensable para la conformación de la cultura afroperuana, pues fue creada por descendientes de esclavos, posteriormente enviados para trabajar en los fundos agrarios. A esto se suma el acervo cultural inherente de los sucesores africanos, que pese a la humillación que cargaron todo ese tiempo, lograron  resistir y dar origen a lo que hoy en día es símbolo de lucha constante y esencia primordial de nuestra música, comida y folklore.

Y así se goza en San Luis. 
San Luis está conformado por los caseríos de Arona, Santa Bárbara, La Quebrada, La Huaca y Casa Blanca. Sus patrones son San Luis y Santa Efigenia, distinguiéndolos como uno de los pueblos más fervientes y de gran religiosidad.

Sin duda alguna, los pobladores de San Luis siguen conservando sus costumbres, pues el sólo hecho de tocar un cajón peruano acompañado de una guitarra, al compás de un contonear de caderas, agitados bailes como invocando a nuestras raíces, el ritmo comienza a apoderarse de sus cuerpos.

Al estilo sanluisino

El atardecer del último viernes, la Plaza de Armas lució repleta pues los pobladores esperaban como cada año el corso organizado por la Calle Salaverry, el Centro Poblado Santa Cruz y Villa Hermosa. Esta es una costumbre que se celebra desde hace más de 20 años y todas las calles participan por una vez durante toda la semana de aniversario.

¿Quién dijo que sólo pasó por Asia?, El Dakar en San Luis.
Niños de todas las edades, jóvenes y no tan jóvenes (incluyendo a los de la tercera edad) salen a las calles con alegría, nada de penas. La creatividad es una cualidad que resalta en el pueblo sanluisino y se refleja en los pasacalles, desde niños disfrazados con vestimentas recicladas, hasta las réplicas de dos carros de la famosa carrera latinoamericana “Rally Dakar” y un automóvil que se convierte en el famoso robot al mismo estilo de “Transfomers”.


A trabajar. Representando al centro de la producción agrícola.
Además, los conocidos “mototaxis” y tractores sirven para transportar a las reinas y niños que contentos saludan a sus vecinos y turistas, haciendo gala de sus talentos. No faltaron los grupos de música andina y selvática. Y la actuación de una de las glorias del deporte, Emperatriz Manzo, campeona sudamericana de vóley que nos deleitó con un festejo junto a sus compañeras de barrio.

¡Llegó el 'combinao calientito'!
En cada corso, los pobladores no solo derraman la chispa de la alegría sino también comparten desde dulces  como caramelos, helados, combinados (mazamorras y arroz con leche), hasta la aclamada y deliciosa “Tuca Cañetana”, preparada en ollas de barro por la cocinera más famosa de la cuadra Salaverry, la señora Emilia Chumpitaz.

Por último, la réplica a la Casona de la Colonia China, también estuvo presente en la celebración. 


Un dato de esta Casona: cientos de inmigrantes chinos llegaron en 1874 con la finalidad de contribuir con la producción agrícola  y luego conservar su unidad étnica y costumbres orientales, es así que construyeron una bellísima casona en la calle principal de San Luis con características de su país.





 La noche cerró con el Festival del Arte Negro “Susana Baca de la Colina”, conformado por niñas y adolescentes.

A comer la "Tuca Cañetana"preparado por Emilia Chumpitaz.
Sin duda, Un pueblo rico y bello por donde se vea, multicolor y lleno de historia afroperuana, andina, china y japonesa. Una mezcla mística que resucita cada año para festejar y conmemorar a sus ancestros que se apoderan de sus hijos de San Luis de Cañete. Una historia que no morirá. Y  el que no tiene de ¡INGA tiene de MANDINGA! Que tengan un feliz aniversario, les desea el equipo de PARALELOS.

PDT. Ya saben. Tienen una cita con San Luis que está dispuesto a recibirlo con el corazón hinchado de felicidad y con la ganas de menear la cintura al ritmo del festejo. ¿Qué dices? ¿Te animas a seguir disfrutando de esta alegre y divertida semana de aniversario?


Glorias del deporte hijos de San Luis, Emperatriz Manzo. 

Mística Oriental. Réplica de la Casona China en San Luis.

Esta guapa morena si que sabe como hacer reír a su público.









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