Hablar, escribir o escuchar sobre
jóvenes, debe ser, sin duda alguna, sinónimo de emprendimiento, de fuerza, de
lucha, y un sinfín de adjetivos. Pero cuando se leen las estadísticas, que de
por sí son desalentadoras para un sector, uno piensa todo lo contrario, porque
ve la balanza diferente a como debería ser interpretado: asesinatos, violencia
juvenil, maltrato, bullyng, etc. El tema es amplio, pero es un hecho concreto,
que debe ser mencionado y difundido.
América Latina es la región del mundo donde más jóvenes y
adolescentes mueren por causas violentas, así como lo lees, desalentadora son
las estadísticas. Influyen varios factores, pero sólo se mencionará lo que dice
el estudio hecho por investigadores estadounidenses y una que otra opinión al
respecto.
El Salvador es el país que tiene las tasas más altas de
mortalidad por violencia tanto en hombres como en mujeres. Y según el estudio,
por cada 100 mil habitantes en ese país ocurren 237 homicidios de jóvenes
varones cada año. Seguida por Colombia con 162, Venezuela con 153 y Guatemala
con 146 muertes. Cifras espeluznantes pero reales.
No hay duda que a Latinoamérica le falta mucho por crecer en
todos los ámbitos, y lo escribo en el buen sentido de la palabra, porque el
estudio también indica que en la mayoría de los países de altos ingresos con
excepción de Estados Unidos, casi no se registran muertes de jóvenes por
violencia. Es una realidad que debe llevarnos a la concienciación de estos
crudos, sí, crudos datos estadísticos.
Otra problemática, que sin duda, es evidente en varios
jóvenes y que además es planteado por los investigadores y su sorpresa es que
las cifras indican un incremento en las conductas de riesgo. Por ejemplo, el
tabaquismo, entre adolescentes de países de bajos y medianos ingresos. Edades
que bordean los 13 y 15 años. Las tasas más altas de uso de tabaco y mayor
número de jóvenes fumadores se encuentran en Chile.
Los marihuaneros también están, pero los adolescentes que
consumen más la ‘’planta de dios’’ están en Estados Unidos, seguido de Canadá,
España y Francia.
Para cerrar esta nota loca, en América Latina están las
tasas más altas de abuso de alcohol entre jóvenes, específicamente en Colombia,
Venezuela y Uruguay.
