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Por Eloy Rivera Laos
Es lamentable ver como
uno de los clubes más importantes del paísse sigue hundiendo en la peor
crisis de su historia. Sin la posibilidad de una solución cercana y dos directivas - que en realidad es la misma pero dividida – han demostrado que
acá lo que importa no es la ‘’U’’, sino ganar su batalla personal por el sillón
crema. Esto se ha convertido en una lucha de egos, en un tira y afloja que
tiene al club secuestrado.
Para tratar de entender
lo que pasa en Universitario, es necesario remontarnos a finales del 2010, en
la que gracias a la ayuda de una junta transitoria presidida por Eduardo Guinea
(padre) y un grupo de socios, lograron derrocar a Jaime León y Juan Carlos
Noli, quienes se habían enquistado en el Poder y se negaban a convocar a nuevas
elecciones. Tras lograr su salida, Julio Pacheco junto con Julio Álvarez y
Edmundo Guinea (hijo) ganan las elecciones ya que fueron lista única.
Por eso que el 29 de
enero del 2011, entre llantos y vivas Pacheco es elegido prometiendo que haría
al cuadro crema igual que el Barza, pero meses después la relación entre
Pacheco y su mano derecha, Julio Álvarez, se rompió, lo que llevó a la dupla
Álvarez-Guinea a convertirse en los principales opositores de Pacheco.
Gracias a estos líos
entre dirigentes y la incapacidad de Pacheco, la crisis de Universitario se
agudiza, jugadores con 7 meses impagos, una deuda con la Sunat que bordea los 140 millones de soles y pérdida
de puntos en mesa por no presentar planillas de pagos. Como era de esperarse,
todos estos problemas llegaron a lo deportivo. La ‘’U’’ peleaba con los de
abajo.
En enero de este año la
dupla Guinea-Álvarez convocó a una asamblea extraordinaria y que con la
aprobación de 200 socios deciden vacar a Pacheco del cargo, instalándose
entonces 2 directivas para un mismo club pero éste desconoce la legalidad de
dicha asamblea.
Con todo esto el 2012
para los de Ate se presentaba aun peor, debido a la partida de más del 50% de
su plantel, jugadores que decidieron desligarse del equipo por la falta de
pagos y dos directivas que contratan a
sus propios jugadores y técnicos. ¡Un caos!
Por el momento no se ve
la luz al final del túnel, y cualquier inversión es inviable. Los socios que
realmente aman a la U, deben convocar a una asamblea extraordinaria para sacar
a estos señores que han llevado al cuadro crema al borde del abismo. Así,
formar una nueva junta directiva con personas probas que lleguen a servir al
club y no servirse de ella.
