Por Missy Paucar Hilario -
En estas
vacaciones de verano, el tiempo libre es lo que más le sobra a las personas que
no decidieron adelantar cursos, ni trabajar. Algunos jóvenes deciden practicar
algún deporte, salir con amigos, visitar familiares, y ¿por qué no? utilizar
Facebook como más que una red social.
Para esta temporada, salió de moda el juego “The Sims Social” para FB. Juego
que consiste en realizar las actividades sociales de los “Sims” con solo
un clic. Podemos tocar guitarra, cocinar en el microondas, pintar en un lienzo,
etc.
En el primer nivel nos brindan una casa sencilla, con sala, cocina, baño y jardín; donde podemos realizar la simulación social, el cual es el fin del juego.
También tenemos vecinos, que vienen a ser nuestros amigos de Facebook que juegan Sims Social. Mediante varias interacciones, nuestra relación con los vecinos aumenta, sea positiva o negativamente. Como forma básica tenemos: saludos, charlas, coqueteos y besos; creando de esta manera ‘amigos’, ‘amigos cercanos’, ‘parejas’, ‘novios’, etc.
Cuando una Sim visita a su ‘novio Sim’ tiene las opciones más avanzadas a diferencia de su ‘amigo Sim’; puede abrazar, insinuarse, besar, y tener ‘ñiqui ñiqui’ (relaciones sexuales) y muchas más.
Pensé que todo era fácil, con un solo clic podías llegar a ser el que “Construye una casa, construye una relación, construye una vida” (lema Sims) pero cierto día, mi novio Sim no quiso tener ‘ñiqui ñiqui’ con mi Sim; era un especie de rechazo y me percaté que una vida virtual quizá no sea tan fácil ni divertida.
Una Sim no tiene que preocuparse en depilarse, elegir lencería adecuada, tomar la pastilla anticonceptiva a su hora y muchas más cosas en las que una chica de la vida real si se preocuparía.
Pero una chica de la vida real no puede ‘romper el hielo’, ‘insultar , ‘encantar’, ‘hablar de arte’, ‘reparar refrigeradoras’, de la manera más fácil y con un clic.
Puede que sea
el momento en que las chicas creen paralelos entre la simpleza de la vida en
las redes sociales y la responsabilidad de la vida real, para tener un estilo
de vida único.
