Por J.M. Cárdenas - 



En este artículo, conoceremos un poco más de César Abraham Vallejo Mendoza, el porqué de su alejamiento del Perú a tierras occidentales.  Muchos admiraban la Europa de antes, su cultura, su arte, su literatura (todo)  y el joven César era uno de ellos. 

Mucho más si sigues leyendo, éste es mi regalo para ustedes y para mí que admiramos la buena poesía peruana. Cinco razones por las que el autor de ‘’Los Heraldos Negros’’ decidió emigrar:

La primera razón, como dijimos en el primer párrafo, la atracción que tenían los latinoamericanos  por Europa era muy grande, en especial París, aquella capital donde se encuentra el majestuoso Palacio de Versalles construida en el reino de Luis XIV, más conocido como ‘’El Rey Sol’’ (cuando sea millonario o gane alguna beca, iré) y sobre todo en esa época, donde Francia era el centro de los debates culturales, era un deseo universal pasear por sus calles bellas. 

La segunda fue lo que todo poeta peruano y bueno, escritor en general, sabe de una ciudad tan inesperada como Lima, lograr que comprendan tu escrito. Y bueno, Vallejo se sintió algo decepcionado del público peruano debido a que no logró la expectativa que sentía tras la publicación de Trilce en 1922. No alcanzó la apreciación que él buscaba. Uno de los tantos comentarios que recibió Trilce fue el de Alberto Sánchez, quien lo calificó de estrambótico. Años después diría lo siguiente: ‘’Trilce fue isla incógnita y repudiada. Orrego y yo nos hicimos el hara-kiri crítico al amparar eso que los viejos llamaban, irritados, disparate y los jóvenes poses’’. 

La tercera razón, meses antes de su partida, es que fue despido del Colegio Guadalupe, donde trabajaba como maestro de educación primaria, pese a que, esto es lo más curioso, contaba con grado académico otorgado por la Universidad de Trujillo. Vayas sorpresitas…

El cuarto, es el más picante y determinante de todos, fue el miedo de que volvieran a encarcelaro pues se había reabierto el caso que generó su prisión en el penal de Trujillo por 112 días. Lo más jodido, sin duda, es que una vez instalado en París fue de nuevo remitido por una orden de captura contra él, lo que evidentemente generó un malestar profundo en la salud del poeta. Recalco la frase de un buen literato peruano: ‘’Vallejo murió perseguido por la justicia peruana’’.

El quinto y último motivo fue el anhelo por universalizar su pensamiento, aquel vallejiano que veía las cosas distintas en lo que a práctica normal se refería el hombre, él pensaba distinto, tú eras rojo y Vallejo era negro, su contrariedad lo llevó a eso, a explorar el mundo europeo, tanto es así que no le importó vender sus bienes por irse a Rusia o Alemania. Él quería estar dónde el hombre criticaba lo más significativo y trascendente de la vida. Vallejo es Vallejo, pues. Por último, hizo lo mismo para conocer en profundidad España, cuando estaba en plena guerra civil.



Les dejo mi poema favorito de ‘’Los Heraldos Negros’’

Amor prohibido 

¡Subes centelleante de labios y ojeras!
Por tus venas subo, como un can herido
que busca el refugio de blandas aceras.
¡Amor, en el mundo tú eres un pecado!
Mi beso es la punta chispeante del cuerno
del diablo; mi beso que es credo sagrado.
Espíritu es el horópter que pasa
¡puro en su blasfemia!
El corazón que engendra al cerebro
que pasa hacia el tuyo, por mi barro triste.
Platónico estambre
que existe en el cáliz donde tu alma existe
¿Algún penitente silencio siniestro?
¿Tú acaso lo escuchas? ¡Inocente flor!
...Y sabes que donde no hay un Padrenuestro,
¡el Amor es un Cristo pecador!



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