Por Enrique Escobar de Paz -
La cosa, no es humana aún. |
Corría
el año 1982, y un grupo de americanos se ven asediados por un hombre totalmente
descontrolado, que sigue a un perro con intenciones de matarlo. El hombre era
un noruego, y al tener otro idioma, no pudieron entender lo que quería decir,
así que un miembro de aquella expedición lo asesinó. Lo que aquel grupo no
imaginó, es que ese perro no era lo que parecía ser, desatando todo un
infierno, y poniendo en peligro la vida de cada uno de los presentes.
En
base a esta premisa, se basó el genial Jhon Carpenter para crear en dicho año,
una de sus películas más memorables “La cosa”, que hoy en día es considerada
todo un filme de culto dentro del género de terror. Luego de 30 años, nos llega
“La cosa de otro mundo”, una precuela de aquella genialidad creada por
Carpenter, y la cual nos centra en lo ocurrido días antes a los acontecimientos
del campamento americano.
Pero
a pesar de todo, este producto es bastante aceptable. No es una película
pretensiosa, ni intenta superar a la original, solo se limita a dar algunos
aportes frescos a la saga, pero manteniendo ese toque gélido y misterioso de la
ochentera. “La cosa” en esta ocasión es más violenta, atrevida, se muestra en
todo su esplendor. El único “pero”, es que se deja de lado la creación
artesanal de la criatura que en su tiempo fuera bien elaborada por Rob Bottin,
y ahora se da paso al uso del computador, lo cual la hace menos real, pero
igual de repugnante y terrorífica.
El
reparto de esta nueva entrega, está correcto, todos cumplen como deben de cumplir.
Mary Elizabeth Wisteand (Destino Final 3, gritos en la oscuridad), demuestra
nuevamente su madera de actriz, y va consagrándose poco a poco como la nueva
Jamie Lee Curtis del género. Aunque la
película no logra mantener ese grado de
estrés, debido a no saber quién es quién, pues “la cosa”, puede copiar
todo ser orgánico, y ahí radica el reto de los miembros del campamento, descubrir
quién es humano y quién no.
La
verdad del caso, es que estamos ante una precuela correcta, bien hecha, y que
demuestra que con profesionalismo se puede lograr vender a la gente un buen
producto de calidad. Para la gente que no vio la original, no se preocupen.
Vean primero esta, y luego la verdadera, así podrán entender los nexos
existentes entre una y otra. Desgraciadamente a Perú ha llegado a un número
reducido de salas, lo cual demuestra que no importa que una película sea buena,
sino que lleve gente a los cines. Negocios, son negocios. Pero tú tienes la
última palabra, así que no dejes pasar este filme, que a título personal, es el
mejor filme de terror hecho en varios años.