Por Carlos Baudouin Cotrina

Odontólogo en Clínica Denti - K -


Hipócrates en el año 430 A.C. definía al asma como 'el espasmo de los bronquios’. El Asma como enfermedad, ha sido tratada desde las más antiguas civilizaciones como Egipto, China, La India y las culturas Babilónicas.

Se consideró frecuentemente como una enfermedad de origen sobrenatural o un castigo divino por lo que la mayor parte de las recetas y remedios empleados en aquella época se hicieron acompañar de sacrificios, exorcismos, oraciones. La medicina china trataba las dolencias respiratorias recurriendo con frecuencia a su recurso más original la acupuntura.


El asma es un trastorno que afecta a los pulmones y que hace que una persona tenga dificultades para respirar. Es un trastorno frecuente en Estados Unidos, por ejemplo, aproximadamente de 7 millones de niños y adolescentes con este problema y en nuestro país afecta a 560 mil niños.

El asma afecta a los bronquios. Cuando una persona respira normalmente, el aire le entra por la nariz o por la boca y después baja por la tráquea y los bronquios hasta llegar a los pulmones, desde donde es expulsado de nuevo al exterior. Pero las personas que padecen asma tienen una propensión a que se les inflamen las vías respiratorias. Es decir, a que se les hinchen y produzcan grandes cantidades de una mucosidad muy densa. También son extremadamente sensibles, o hiperreactivas a ciertas cosas, como el ejercicio físico, el polvo o el humo de los cigarrillos. Esta hiperreactividad hace que los músculos lisos que recubren las vías respiratorias se tensen y se contraigan. La combinación de la inflamación de las vías respiratorias y la contracción de los músculos que las recubren provoca un estrechamiento de dichas vías que dificulta el paso del aire.

En la mayoría de la gente que tiene asma, las dificultades para respirar ocurren periódicamente. Cuando esto ocurre, se denomina crisis asmática  también conocida como ataque, episodio, o exacerbación de asma.
Cuando una persona tiene una crisis asmática puede toser, tener sibilancias (emitir un sonido como "un pito" al respirar), faltarle el aliento y sentir una fuerte opresión en el pecho. Muchas personas con asma comparan un episodio de asma con la sensación de intentar respirar a través de una pajita  cuesta muchísimo hacer llegar el aire a los pulmones y expulsarlo al exterior. Una crisis asmática puede durar varias horas, o más tiempo si la persona no se medica adecuadamente. Cuando remite la crisis, generalmente la persona se encuentra mucho mejor.

Nadie sabe exactamente cuál es la causa del asma. Se cree que es una combinación de factores ambientales y genéticos (hereditarios). Un adolescente con asma puede tener un padre u otro pariente cercano que tiene asma o la tuvo cuando era niño.

Los síntomas de asma pueden desencadenarse ante muchas cosas diferentes, y lo que provoca una crisis asmática en una persona puede no tener ningún efecto sobre otra persona que también sea asmática. Las cosas que desencadenan los síntomas de asma se denominan desencadenantes.  A continuación, se mencionan algunos de los desencadenantes más habituales:

Irritantes y contaminantes transportados por el aire.

Algunas sustancias que hay en el aire, como el polvo de tiza o el humo, pueden desencadenar el asma al irritar las vías respiratorias. El humo de los cigarrillos es uno de los principales desencadenantes de los síntomas de asma, y no sólo en los fumadores  el humo al que se exponen los fumadores pasivos también puede desencadenar crisis asmáticas. Los productos perfumados, como los cosméticos, las soluciones limpiadoras y los perfumes, pueden desencadenar síntomas de asma, al igual que los olores fuertes de los vapores de la gasolina o la pintura húmeda. Y niveles elevados de algunos contaminantes del aire, como el ozono, pueden irritar el tejido sensible de los bronquios, agravando los síntomas del asma en algunas personas que padecen este trastorno.

Ejercicio. Algunas personas padecen lo que se conoce como asma inducido por ejercicio, que se caracteriza porque los síntomas se desencadenan al hacer ejercicio físico. A pesar de que este tipo de asma puede ser muy frustrante, la mayoría de los casos de asma inducido por ejercicio se pueden tratar para que los afectados puedan seguir practicando sus deportes favoritos.

Tiempo. El frío o el aire seco a veces desencadenan síntomas de asma en algunas personas, lo que también ocurre con el calor o la humedad extremos.

Infecciones de las vías respiratorias. Los catarros, la gripe y otros trastornos que afectan a las vías respiratorias pueden desencadenar síntomas de asma en algunas personas.

Hay muchas cosas que pueden desencadenar síntomas de asma en las personas que padecen este trastorno. Por ejemplo, en las chicas, el asma puede empeorar durante el período premenstrual (poco antes de la menstruación). E incluso la risa, el llanto o los bostezos pueden hacer que las vías respiratorias se contraigan en las personas con asma, desencadenando una crisis.

Muchas personas que padecen asma se les diagnostica durante la infancia, pero algunas no descubren que tienen asma hasta la adolescencia. Para poderte diagnosticar este trastorno, el médico te hará preguntas sobre los síntomas que presentas, cómo ha sido tu salud hasta ahora, la salud de tu familia, los medicamentos que estás tomando y otras cuestiones. Esto recibe el nombre de historia médica.

El asma no se puede curar, pero generalmente se puede controlar y se pueden prevenir las crisis. El asma se trata de dos formas diferentes: evitando los desencadenantes potenciales y con medicación.

Las personas que tienen asma deben evitar las cosas que les provocan los síntomas de asma. Por supuesto, algunas de las cosas que provocan los síntomas no se pueden evitar completamente (¡por ejemplo, coger un resfrio!), pero sí se puede controlar la exposición a algunos desencadenantes, como la caspa de los animales domésticos.

En el caso del asma inducido por ejercicio, es preciso controlar el desencadenante (actividad física), más que evitarlo. Hacer ejercicio puede ayudar a una persona a mantenerse sana, y los médicos pueden ayudar a los atletas a encontrar tratamientos que les permitan practicar sus deportes favoritos.

Medicamentos de alivio rápido que actúan rápidamente para detener la crisis asmática una vez iniciada. Algunos medicamentos se pueden utilizar, en caso necesario, para frenar los síntomas del asma (como las sibilancias, la tos y las dificultades para respirar) en cuanto la persona los empieza a experimentar. Estos medicamentos actúan rápidamente para poner fin a los síntomas, pero sus efectos no son duraderos. También se conocen como medicamentos "de alivio rápido", "de acción rápida" o " de rescate" como el Salbutamol. 

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