Por Carlos E. Tello Maco
@carlosetello -

Tras la renuncia de Omar Chehade, Marisol Espinoza es la única vicepresidenta de la República.

Algo de historia.
En la primera constitución (1830), sólo había un vicepresidente que administraría el poder en caso el presidente muera, renuncie, sea destituido o cuando "llegare el caso de mandar personalmente la fuerza armada" [1].
En la constitución actual se disponen dos vicepresidencias cuya única función es reemplazar al Presidente en caso de ausencia, suspensión o vacancia del cargo presidencial.

Quiero ser vicepresidente.
Para postular a una vicepresidencia tienes que ser peruano de nacimiento (no acceden los nacionalizados). Debes tener más de 35 años de edad y tener completo ejercicio de tus derechos civiles (ni sanción penal, ni declaración civil de incapacidad). Eres electo junto con el Presidente y también tienes derecho (a diferencia del Presidente) a tentar un escaño en el Congreso (y también en el Parlamento Andino).

Alejandro Toledo y su primer vicepresidente Raúl Diez Canseco nombrado Ministro de Comercio Exterior y Turismo.

Tu labor como vicepresidente.
En cierto modo, el vicepresidente es un cargo casi protocolar pues no tiene despacho permanente alguno bajo su custodia. Normalmente, el Presidente nombra a alguno de sus vicepresidentes como ministro de Estado (aunque ni García II ni Humala lo han hecho). La chamba permanente del vicepresidente empieza cuando la presidencia es declarada vacante y eso sucede cuando el Presidente:

• Muere.
• Es declarado incapaz moral o físicamente por el Congreso.
• Sale del territorio nacional sin permiso del Congreso.
• No regresa al país en el plazo fijado.
• Es destituido.

En estos casos, el primer vicepresidente (o en su defecto, el segundo vicepresidente) asume la Presidencia de la República. Ante el impedimento de ambos, asume la Presidencia el Presidente del Congreso. Ante el impedimento permanente, el Congreso convoca elecciones de inmediato [2].

El entonces Presidente del Congreso, Valentín Paniagua, asume la Presidencia de la República.

En El pez en el agua, Mario Vargas Llosa "filosofa" sobre la importancia que tenían Eduardo Orrego y Ernesto Alayza (primer y segundo vicepresidente de la plancha del Fredemo) y evalúa qué tan importantes hubieran sido ellos si el novelista habría sido electo Presidente y su integridad física habría ser afectada en momento alguno de un país totalmente inseguro por el terrorismo.
La plancha presidencial que presentó Gana Perú fue acusada (por un sector pequeño de la prensa de derechas) como fruto de la amistad y la deuda de favores. Se decía que el único mérito de Marisol Espinoza era ser íntima amiga de Nadine Heredia y el de Omar Chehade, haber sido abogado de Humala durante el proceso de Madremía.
Hoy no ha pasado ni un año de la toma de mando y ya cayó uno de los tres miembros de esa terna. Para los próximos comicios electorales, es necesidad de los electores conocer bien a nuestros candidatos. Debemos saber y recordar que cuando votamos por un presidenciable, éste lleva dos ciudadanos detrás suyo y que si el mandatario es incapacitado de seguir al mando, uno de ellos podrá vestir la banda y dirigir los destinos del Perú.


Más datos...
[1] Es un fragmento complicado de interpretar, pero para aquel año  (1830) el Ejército tenía demasiado poder y sería éste quien gobernaría los destinos del país por casi todo el siglo XIX. O sea, el presidente podía ser removido por la fuerza armada si ésta lo creía "conveniente".
[2] A fines del 2000, Alberto Fujimori viajó a la APEC realizada en Brunei. Al término, pasó a Japón y renunció por fax a la Presidencia de la República. Como la Constitución prohíbe la renuncia a cargos de elección popular (pero el Congreso quería sacarlo de la Presidencia a toda costa), los miembros de la Plaza Bolívar rechazaron la renuncia y declararon la Presidencia vacante por "incapacidad moral permanente" de Fujimori, imponiéndole también 10 años de inhabilitación para el ejercicio de función pública alguna. Inmediatamente debía asumir el vicepresidente Ricardo Márquez, pero éste renunció. Entonces, la Presidencia fue encargada al entonces Presidente del Congreso, Valentín Paniagua, quien lideró la transición a la democracia.