Por Carlos E. Tello Maco
@carlosetello



Esta mañana, El Comercio publicó una entrevista que Mariella Balbi le hace al Primer Ministro Óscar Valdés Dancuart. Ha sido una verdadera confesión de lo sucedido en Cajamarca, entre los sordos diálogos con Gregorio Santos y Wilfredo Saavedra. Ha sido la declaratoria oficial: "Mi Gabinete tiene un viraje más bien hacia el centro".

El gabinete Lerner siempre tuvo la imagen de ser un gabinete "pos-campaña". Encabezado por quien fuera jefe de campaña de Gana Perú e integrado por miembros de la izquierda local, cartas de Perú Posible y uno que otro tecnócrata de centro, era un gabinete complicado, que debió debatirse entre la ideología (la izquierda que apoyó a Humala en toda la contienda y lo defendió a capa y espada) y el pragmatismo (que el mismo Presidente reconoció).

Conga fue el final de aquel gabinete que no pudo consigo mismo. La ascensión de Valdés a la PCM motivó una sonrisa en el empresariado y un resentimiento en la izquierda peruana (que perdió a todas sus cartas en el Consejo). Con Valdés, brillaba un Luis Miguel Castilla en Economía que había tenido notorias dificultades con el gabinete anterior. Algunos nombres repetidos y el ingreso de personalidades de centro (el director teatral Luis Peirano en Cultura) y del mismísimo Partido Nacionalista (la iqueña Ana Jara en Mujer y el ayacuchano José Urquizo en Producción) estableció los cimientos de la línea de gobierno en los cinco años de administración.

Hoy, el Primer Ministro afirma encabezar un gabinete de centro, que sigue los lineamientos no de La Gran Transformación de la primera vuelta sino de la Hoja de Ruta de la segunda elección y este año será la prueba de fuego del gabinete Valdés. La crisis internacional limitará el crecimiento del país. Entre el aumento de la inversión pública (¡30 %!), el salario mínimo (+ s/. 75) y el gas cuyo precio disminuirá por etapas, la espectativa es fuerte.

¿Lo logrará?


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