Sólo en Lima se producen, a diario, 6 mil 500 toneladas de residuos sólidos o basura |
Un informe de nuestra Defensoría del Pueblo, revela que el 25% de los residuos sólidos generados en el país son depositados en estos rellenos, el 3.45 % es destinado a reciclaje, mientras que un preocupante 71.52% es llevado a botaderos.
Allí, en medio de la inmundicia, se encuentran mezclados con la basura (aquello que no sirve para nada y su desecho debe ser inminente) residuos que podrían tener un fin más provechoso.
Oro no es ¿plata?, tal vez. Busca en la basura y descubrirás que no todo lo es.
Es común encontrar, por las calles de todo el país, personas que se dedican a la recolección de botellas de plástico o algún otro residuo (¡Fieeerrrooo, catreeee, botellaaa!); objetos en los cuales muchos no encuentran valor; pero que sin embargo representan el sustento de numerosas familias en extrema pobreza.
Los precios de desechos sólidos reutilizables, fluctúan entre 0.50 céntimos y 1 nuevo sol; y estos pueden ser papel, cartón, latas, botellas de plástico o vidrio, entre otros. El precio es razonable, teniendo en cuenta que lo que se vende es “basura”. Pero es buen negocio porsiacaso.
Los residuos pasarán de manos de pequeños recicladores informales, a las microempresas intermediarias, quienes a su vez las venderán a las grandes empresas, las cuales se encargaran de transformar la materia. Así, por ejemplo, las botellas descartables pasarán a formar parte de las fibras de la tela polar. Ahora ya sabes el procedimiento, empieza a reciclar y de paso te ganas unas cuantas moneditas.
Clasificar la basura
Clasificar la basura
La necesidad de crear más rellenos sanitarios, es una realidad a largo plazo; ante esta situación se recomienda un recurso muy sencillo en el que toda la población debe participar con conciencia: La clasificación de la basura.
Separar la basura según su constitución en: orgánico, sólido y plástico; así cómo reciclar “basura” a la que se le pueda dar un segundo uso, es necesario; pues así evitaremos que toneladas de desechos sigan contaminando con el mal olor y siendo foco de enfermedades para las poblaciones aledañas.
Además, éste buen hábito, puede generarnos ingresos extras; pero más allá de pensar en el beneficio económico, debemos tener presente que, el reservar la basura de una manera más consciente, debe un fin colectivo; por el bien del país y por el bien del planeta.