Por Rosa Chévez Sánchez-
Informe especial


La comida chatarra se ha convertido en uno de los primeros recursos de niños y jóvenes que solo buscan saciar el hambre. El ritmo agitado de la ciudad, escuela, universidad y trabajo se complementan con la desesperación de muchos por llevarse a la boca una deliciosa hamburguesa con papitas al hilo y harta crema, lo que genera graves consecuencias en la salud: Diabetes, problemas cardiovasculares e hipertensión. Cada año mueren en el mundo 30 millones de personas por estos problemas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero una de las culpables de que la mayoría de niños peruanos recurran a la comida "chatarra" es la publicidad, ya que un sondeo realizado por Perú Cortv indica que un 66% corresponde a estos avisos que abundan en las calles, internet, TV, radio, etc. Además el niño, según el estudio, está expuesto hasta 22 minutos diarios de toda esta contaminación visual.

Según el informe, los anuncios publicitarios son considerados como engañosos, debido a que logran que sus productos sean comercializados por la gran demanda que tienen, ofreciendo grandes beneficios de nutrición si se consumen, pero lo único que hay detrás de ello, son grandes proporciones en azúcar y grasas.

Es por eso, que los principales anunciantes de alimentos y bebidas en el país suscribieron un acuerdo de autorregulación de su publicidad, para establecer un conjunto de normas que guiarán a las empresas en el desarrollo, ejecución y difusión de sus mensajes dirigidos a los menores, y así no saturarlos. 

Asimismo, los congresistas Jaime Delgado, Segundo Tapia, Hernán Espinoza y Gustavo Rondón presentaron el proyecto de Ley de PROMOCIÓN DE LA SALUD PARA LA PROTECCIÓN DE LOS CONSUMIDORES NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES, el cual indica una serie de exposiciones sobre la problemática de la comida chatarra en el Perú y varias recomendaciones que este tipo de productos deben seguir a la hora de presentar sus publicidades.

IMPUESTOS VS OBESIDAD

El problema no sólo radica en la publicidad engañosa que trabajan los especialistas en el campo del mercadeo, sino también en el escaso trabajo que hacen los colegios por cuidar la salud de los niños, así como corregir los malos hábitos desde casa.

¿Realmente ayudará aplicar un impuesto a la comida "chatarra"? ¿Acabaremos de una vez por todas con su consumo excesivo y las enfermedades con la obesidad?

Cabe resaltar que el Perú ocupa el octavo lugar en el ranking mundial de obesidad infantil, y más de la mitad de los habitantes sufre sobrepeso.

Finalmente, un impuesto más no solucionará el problema de obesidad, solo contribuirá en su totalidad al consumidor. La educación en los hogares y escuelas son bases para una buena nutrición. Ya es hora de que los colegios contraten nutricionistas, porque son escasos en la mayoría de centros educativos.



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